Estas son nuestras opciones de recetas fáciles que se preparan rápidamente, ideales para llevar de picnic, a la playa, a la piscina o al campo durante el verano.
Ya estamos de vacaciones. Hemos llegado a nuestra playa elegida y tenemos pocas ganas de hacer una de las cosas que hacemos todos los días: cocinar. Pero como no podemos dejar de alimentarnos, bajo pena de morir de inanición, tendremos que buscar soluciones a las que no haga falta dedicar mucho tiempo y cumplan con los requisitos nutricionales suficientes.
Tampoco es que en verano apetezca mucho pegarse grandes atracones con comilonas cargadas de calorías, más bien todo lo contrario y si es para pasar el día en la playa lo que de verdad apetece es algo fresquito y fácil de comer debajo de la sombrilla, que te ayude a sobrellevar el calor y no te impida darte un chapuzón por una pesada digestión.
Vamos a dar por supuesto dos cosas: que estamos correctamente hidratados para evitar insolaciones y mantenernos vitales todo el tiempo (hablaremos de esto en otro post), y que no vamos a recurrir todos los días al gratificante bocadillo (al que también le dedicaremos un especial).
Pollo empanado de toda la vida actualmente conocido como nuggets o fingers.
Es el plato estrella junto a la tortilla de patatas. Puedes prepararlo el día de antes y se puede comer frío, solo o con pan e importante ¡se puede comer con las manos!, lo que a los niños les encanta y hace que no pongan problemas (un punto positivo para el pollo).
Se cortan las pechugas con la forma que se prefiera, sabiendo que cuanto más gruesos sean los trozos, más largo tendrá que ser el tiempo de cocinado. Se baten los huevos en un bol y en otro plato ponemos el pan rallado para hacer el empanado de las pechugas. echamos sal en las pechugas de pollo, las pasamos primero por huevo y luego por el pan y las freímos en abundante aceite de oliva, para después escurrirlas en papel de cocina y al taper. ¡Chimpúm!
Merluza rebozada en taquitos.
Si os gusta más el pescado, esta es la versión del pollo y una manera fácil de que los niños coman pescado sin que protesten demasiado.
Cortamos la merluza en trozos pequeños (mejor si la tenemos en lomos, y no en rodajas). Después les echamos un poco de sal, las pasamos por huevo y harina, y las freímos en una sartén con aceite caliente. Una vez fritas las pasamos por papel absorbente y dejamos que se enfríen para meterlas en unos tapers. ¡Alehop!
Algo un poco más elaborado:
Empanadillas de atún
Empanadillas de lo que sea que te haya sobrado en la cena, pero las de atún son las más rápidas
Picamos bien fina una cebolla y un pimiento verde para pocharlos en una sartén con 2 cucharadas de aceite. Cuando esté bien sofrito, añadimos un poco de tomate frito (baja el fuego al mínimo para que no salte el tomate y tengas que perder tiempo limpiando la cocina) y lo dejamos unos minutos para que se mezcle bien.
Lo sacamos de la sartén y lo mezclamos con el atún. Acto seguido, rellenamos las obleas para empanadillas con nuestra mezcla, doblamos por la mitad y utilizamos un tenedor para cerrarlas aplastando los bordes.
Por último, solo quedaría freírlas en abundante aceite y pasarlas por papel de cocina para quitar el aceite restante. ¿Te repito las ventajas de comérselas con las manos?...
