CIRCULANDO POR EL CARRIL BICI
Usa el carril bici. Por tu seguridad, utiliza el carril bici siempre que puedas, aunque te suponga un pequeño rodeo sobre el itinerario más directo.
Sé respetuoso con los peatones. Si observas peatones parados o caminando a lo largo del carril bici, reduce tu velocidad y avísales de tu presencia con el timbre. En aquellas zonas donde transiten numerosos peatones junto al carril bici y puesto que no se puede prever las trayectorias que llevan, modera y acomoda tu velocidad a la de ellos.
Circula con prudencia. Controla tu velocidad, el carril bici no es ni un velódromo ni un circuito de competición. No circules a una velocidad mayor que la que garantice la seguridad de todos en las condiciones existentes.
Respeta las señales de tráfico. No te saltes los semáforos en rojo. Con ello, además de crear situaciones de peligro, contribuyes a que la bicicleta no se considere un medio de transporte serio y respetable, desacreditando al conjunto de los ciclistas.
Evita los peligros. Si hay coches aparcados junto al carril bici, no circules cerca de ellos para evitar daños en caso de que se abriera una puerta de improviso.
Respeta los derechos de los peatones. Por no estar señalizados los pasos de los peatones sobre el carril bici, en cualquier punto puedes encontrar algún peatón cruzándolo: reduce tu velocidad y cédele el paso.
Mantén ambas manos sobre el manillar. Reaccionarás más rápidamente ante cualquier imprevisto y la distancia de frenado será menor.
CIRCULANDO POR LA CALZADA
Si en tus desplazamientos en bicicleta te ves obligado a circular por la calzada con el resto del tráfico, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
Busca un itinerario seguro. Estudia los itinerarios de manera que circules por calles tranquilas evitando las que tienen gran intensidad de tráfico o las que se circula a alta velocidad.
Manténte visible ante otros conductores. Evita permanecer en el ángulo muerto de visión de otros conductores.
Respeta las señales de tráfico. No te saltes los semáforos en rojo, no circules en contradirección, respeta las señales de stop, etc.
Avisa con señales manuales. Comunica anticipadamente tus movimientos con las manos, los otros conductores conocerán tu trayectoria con lo que aumentará tu seguridad.
Comprueba que tu trayectoria está libre. Extrema la precaución cuando cruces vías de tranvía, cualquier tipo de rejilla o cuando observes algún agujero o bache en el pavimento. Aprende a mirar atrás por encima del hombro sin perder el equilibrio ni desviarte de tu trayectoria, comprobando de esta manera la trayectoria de otros vehículos.
Mantén tu trayectoria. No te desplaces hacia el bordillo cuando haya huecos entre los coches aparcados, otros conductores pueden no verte cuando vuelvas a recuperar tu trayectoria inicial. No zigzaguees entre el tráfico.
Circula por tu derecha. La ley te obliga a ello. Cuando hay varios carriles, es en el carril de la derecha donde se circula a más baja velocidad. Si el carril es estrecho, por la seguridad de todos, circula por el centro del mismo.
Gira hacia la izquierda con seguridad. Circulando en bicicleta, puedes girar a la izquierda con el resto del tráfico, pero es más seguro hacerlo en dos tiempos, deteniéndote a la derecha de los vehículos que, esperando el verde, van en la misma dirección que tú.
Circula en línea recta. Circula por la derecha de los vehículos que vayan más rápido que tú, describiendo una trayectoria recta y separada de los vehículos estacionados de manera que no te pueda dañar una puerta que se abra de improviso.
PEDALEA EQUIPADO
Hazte ver. Procura llevar ropa clara o de colores vivos. De noche utiliza luces delantera y trasera y pon reflectantes en la bicicleta y en tu ropa.
Mantén tu bucicleta en buenas condiciones de marcha. La mecánica de la bicicleta es sencilla y precisa pocas herramientas especializadas para su mantenimiento. Si no dispones de los conocimientos básicos acude a un taller cuando observes alguna anomalía de acuerdo con las recomendaciones que más adelante se detalla.
Manténte en forma. Haz ejercicio en tu tiempo de ocio, con ello, desplazarte en bicicleta por la ciudad te costará menos esfuerzo y tu transpiración será menor.
Pedalea asegurado. Igual que para el resto de los vehículos que circulan por la vía pública, existen pólizas de seguro que cubren daños a terceros, responsabilidad civil, etc.
Viste de manera apropiada. Ponte el casco. Los guantes aumentan el confort y te protegen las manos del frío. Se recomienda que los zapatos sujeten firmemente los pies y que se vista por capas, para ajustarse a los cambios de temperatura a lo largo del día.
Ata la bicicleta donde la dejes. Compra el mejor candado que puedas: ningún candado es tan caro como una bicicleta nueva. Los candados en U son más seguros. Si tu bicicleta dispone de dispositivos de apriete rápido en las ruedas, no olvides atar las dos cuando la dejes sin vigilancia.